La ciudadanía despierta…

Hace más de un año (marzo de 2010), tal como se puede leer en este mismo blog, escribía: <<El rumor insatisfactorio es grande entre los consumidores-votantes, mas nadie pone en cuestión el chiringuito pactado del “PPOE”, ni los privilegios de la elite política. Tampoco los colectivos más afectados por la crisis: desempleados, jóvenes “mileuristas”, mano de obra poco cualificada, pequeños empresarios… Todos se quejan, mas nadie se para a pensar si el problema es el sistema… Así las cosas, los políticos siguen aplicando la vieja máxima de El gatopardo: una isostasia que les mantiene a flote>>. Pues bien, el 15 de mayo de 2011, a las puertas de las elecciones autonómicas y municipales, por fin se rompe el inmovilismo. Empieza la movilización en una manifestación de indignados que recorre España reclamando DemocraciaRealYa (DRY). Empieza así una semana que cambiará el panorama hispano, con la irrupción social de un colectivo heterogéneo que critica el estado injusto de las cosas. A la cabeza los jóvenes, pero se suman gentes de todas las edades.

Rescatemos la palabra ciudadanía que encabeza esta crónica, de vieja raigambre ilustrada. El vocablo “pueblo” está demasiado contaminado por el populismo y el nacionalismo. Ciudadanía que reclama las partes vivas y concienciadas de la sociedad. Las masas seguirán votando como borregos a los grandes partidos, aunque también haya ciudadanos dignos de ser así llamados entre  esos millones de votantes PPOE.

Compruebo los resultados de las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo: barrida del PP. Previsible. Cuando se hace política de derechas la gente acaba reclamando el original. ZP ha pagado los platos rotos de una crisis global creada por ese neoliberalismo que el PP abrazará corregido y aumentado. Pero la gente quería matar al “muñeco diabólico” y soñar con pan y trabajo fácil en la nación con más desempleo de Europa. Vanas expectativas, esperanzas humanas. Decididamente la socialdemocracia está haciendo aguas en Europa. Un síntoma de enorme trascendencia: la próxima candidatura socialista a la presidencia de Francia estaba reservada a Dominique Strauss-Kahn; dirigía el FMI, instrumento principal del statu quo financiero neoliberal y es un individuo hedonista amante del lujo a costa del dinero público (cada noche de hotel neoyorquino costaba una pequeña fortuna). Por no hablar de su implicación en un presunto delito de acoso a una empleada del hotel… Es necesario un cambio de paradigma ético, una refundación de la democracia. En España eso es lo que reclaman los indignados, quizá la auténtica oposición de izquierdas que queda ahora en el país.